domingo, 27 de marzo de 2011

Teoría de la Transición Demográfica/1


Ésta es conocida como la teoría principal, la de rango más amplio y general, en el campo de la demografía. Postula que existe una ruptura histórica en las dinámicas demográficas tradicionales, ruptura que todas las poblaciones experimentan de la misma manera si se dan las condiciones adecuadas. En realidad, como muchos de sus críticos han hecho notar, más que una teoría es una generalización empírica, hecha a partir de unos cuantos casos observados. Esos casos son los de los países más desarrollados, observados en las primeras décadas del siglo XX.

El condicionante principal de las dinámicas demográficas tradicionales, desde tiempo inmemorial, había sido la escasa supervivencia del ser humano (1/5 de los nacidos moría antes de cumplir el primer año de vida, y prácticamente 1/2 no conseguía llegar con vida a la adolescencia). Repentinamente, el progreso económico habría alcanzado un umbral que desencadenó la ruptura de esta dinámica demográfica, el “antiguo régimen demográfico”, atravesando distintas fases, siempre en el mismo orden, y terminando en un régimen demográfico estable con características muy diferentes (elevada supervivencia y la escasa natalidad). La secuencia de cambios que describe, pero también predice, es históricamente muy reciente. Los países europeos habrían sido los más adelantados en iniciarla (los pioneros allá por el siglo XVIII), pero progresivamente se ha ido reproduciendo en todos los países del mundo. Los más retrasados habrían iniciado la transición apenas en la segunda mitad del siglo XX, y la TTD debería servir para predecir las futuras fases de su evolución.

1- El antiguo régimen demográfico (el pretransicional), caracterizado por tasas de mortalidad y de natalidad muy elevadas, sin apenas crecimiento, y salpicado por “crisis” extraordinarias de mortalidad, por hambres, guerras y epidemias. Es prácticamente toda la historia de la humanidad hasta muy recientemente. Generalmente se la identifica con la economía agraria preindustrial.


2- Transición, con la que inicialmente disminuye la mortalidad (especialmente la infantil y la ocasionada por epidemias y hambrunas), se acelera el crecimiento demográfico y finalmente también la natalidad empieza a disminuir. Por ello suele separarse en dos fases:


- la fase inicial, con la cual la mortalidad disminuye mucho y sin retrocesos, hasta niveles sin precedentes, pero la natalidad todavía se mantiene en los niveles tradicionales, produciéndose un crecimiento demográfico muy acelerado

- la fase final o de culminación, en la que la natalidad responde adaptativamente, bajando también hasta niveles sin precedentes, lo que reduce progresivamente el ritmo de crecimiento poblacional.

3- El nuevo régimen demográfico, o post-transicional, en el que vuelve a recuperarse el equilibrio, esta vez en torno a tasas reducidas de mortalidad y de natalidad, y nuevamente con un escaso crecimiento.

El régimen demográfico moderno parece definirse por: su baja natalidad, su baja mortalidad (sobre todo su baja mortalidad infantil), y la escasa incidencia de la mortalidad catastrófica. Aunque el crecimiento reducido que implican las tasas bajas puede devolver su protagonismo a la mortalidad catastrófica.

Con la revolución industrial la sociedad, la economía y el Estado cambian radicalmente; y también el modelo de familia, y como consecuencia la población. Comienza otro ciclo expansivo de la población conocido como transición demográfica. La transición demográfica es un período extraordinario de crecimiento de la población. Consiste, básicamente, en el descenso de las tasas de natalidad y mortalidad. La forma cómo se hace este descenso provoca el aumento de la población.

La transición demográfica es el paso del régimen antiguo al régimen moderno de población. Este proceso comienza a finales del siglo XVIII o mediados del siglo XIX en los países que se están industrializando, y termina, en ellos, en los años 60 o 70 del siglo XX. Durante este período la población se ha multiplicado entre 2 y 7 veces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario