domingo, 27 de marzo de 2011

Las encuestas demográficas


Una técnica más reciente en el proceso de recolección de datos demográficos, consiste en las encuestas por muestreo. Por medio de éstas se trata de obtener la información de una pequeña porción (muestra) de la población que debe representar a la totalidad. La mayoría de las veces los resultados de la muestra no interesan por si solos, sino que son un medio para inferir o generalizar resultados hacia la población total o a una buena parte de ella.

Al igual que en el censo, las encuestas por muestreo están constituidas por tres etapas: Preenumeración, enumeración y post enumeración.

Tipos de encuestas demográficas:• Prospectivas o de visitas repetidas: Registran los hechos de la muestra en estudio en forma periódica durante algún tiempo. De este modo, un mismo cuestionario es aplicado en forma reiterada a un mismo grupo de personas durante el tiempo que requiera el estudio. Por medio de estas encuestas se logran determinar los principales hechos demográficos: nacimientos, defunciones, enfermedades, matrimonios, migración, etc.

• Retrospectivas: Un cuestionario se aplica una sola vez. Las respuestas permiten reconstruir la historia demográfica de los individuos entrevistados. Son muy utilizadas para estimar la mortalidad, la fecundidad y la migración por medio de métodos directos o indirectos.

Características de las encuestas demográficas:
• Parcial: Solo toma en cuenta a un pequeño grupo de la población.
• Auspicio estatal o privado: Por las características de las encuestas pueden ser auspiciadas por entes estatales o privados.
• Continuas o eventuales: Pueden realizarse en forma periódica en el caso de las encuestas prospectivas o en forma eventual, de acuerdo con las necesidades.
• Amplitud temática: No tienen grandes limitaciones en el tipo de información que se puede recolectar.

Uso de las encuestas demográficas:

• Se pueden utilizar para probar los instrumentos censales antes de su aplicación. También para efectuar evaluaciones de la calidad de un censo.
• Por medio del muestreo es posible mostrar al público ciertos resultados preliminares de un censo.
• Dado que al utilizar el muestreo se reducen los costos, esto podrá profundizarse en el conocimiento de las características demográficas. Por ejemplo, ahondar en estudios sobre fecundidad, mortalidad y migración.
• Es posible incluir en el cuestionario una cantidad de preguntas mucho mayor que en la boleta censal, por lo que además de los temas demográficos también podrán aparecer interrogantes relacionadas con otras áreas que permiten determinar relaciones de interés.

¿Qué tipo de errores se pueden presentar con las fuentes de información demográfica?

Los errores típicos se pueden clasificar como:
• Errores de cobertura: Problemas con la cantidad de personas enumeradas.
• Errores de contenido: Problemas con la calidad de la información recolectada.

Errores censales:
En el caso de los censos los errores de cobertura se relacionan con la sub o sobre-enumeración de personas. Estos errores se deben respectivamente a la omisión o a la duplicidad de información para ciertas personas en el momento de la enumeración. Pueden originarse por deficiencias del trabajo cartográfico, errores de los enumeradores o de los supervisores. En algunas ocasiones se presenta la omisión completa de un área geográfica, lo cual se debe a problemas de accesibilidad, clima o error cartográfico.

Los errores de contenido afectan prácticamente a todas las personas y pueden ocurrir en diversas etapas. Pueden ser debidos a defectos en la confección de la boleta, por ineficiencia del enumerador o por desconocimiento del entrevistado. También puede producirse por errores en el proceso de codificación o digitación de la información. Los errores comunes de contenido son:

• Declaración de la edad, existe sobre-representación de algunas edades y sub-representatibidad de otras.
• Número de hijos tenidos, fundamentalmente cuando algunos de ellos han fallecido.
• Problemas con las respuestas sobre la actividad económica.

Errores en los registros vitales:

Los errores de cobertura con respecto al registro de los hechos vitales obedecen, entre otras razones, a la falta de recursos en el sistema (carencia de personal, poca infraestructura, falta de información, etc.), carencia de legislación, poca utilidad en el reporte del hecho e indiferencia de la población por registrar el hecho (aspectos culturales).

El principal problema de las estadísticas vitales es el subregistro. Sin embargo, otro problema común es la inscripción tardía; por diferentes razones la inscripción de un hecho se produce mucho tiempo (a veces años) después de haber ocurrido. Los problemas con el subregistro tienen un inconveniente adicional: se presentan en forma diferencial entre las distintas localidades. Las áreas rurales y las áreas de menor tamaño son las más fuertemente impactadas por este problema, por lo que se dificulta efectuar análisis demográficos a nivel desagregado.

Con respecto a los errores de contenido se tienen problemas de no repuesta en algunas preguntas, falseamiento de las respuestas (por conveniencia), desconocimiento de respuestas, certificaciones no especializadas (nacimientos y defunciones), etc.

Errores en las encuestas demográficas:

En el caso de las encuestas demográficas, los errores de cobertura están asociados con errores en el proceso de muestreo. Un marco muestral impreciso, una estrategia defectuosa de muestreo, la falta de un planeamiento sistemático en el proceso de recolección de información, etc., pueden provocar graves errores en el proceso de muestreo. Esta situación implicaría tener una muestra que no es una fiel representación de la población y como consecuencia las generalizaciones o inferencias que se realicen no corresponderían plenamente a la realidad.

Los errores de contenido son similares a los que podrían presentarse en los censos. La principal ventaja en el caso de las encuestas radica en que el personal se puede seleccionar más minuciosamente, además se le brindará mejor capacitación y el proceso de supervisión será más eficiente. Pero generalmente las encuestas tratan una mayor cantidad de temas que un censo y la problemática tratada suele ser más compleja. Esto generalmente redunda en problemas con la calidad de la información obtenida.

Evaluación de la información demográfica
La sección anterior mostró la necesidad de evaluar la información antes de proceder a efectuar los análisis demográficos. Distintas técnicas se pueden utilizar para este fin, entre ellas:

• Comparación de los datos observados con algún tipo de distribución esperada.
• Comparación de la información con la correspondiente a otros países o regiones, que tienen características parecidas.
• Utilización de relaciones entre las variables demográficas, para analizar su consistencia.
• Comparar los datos que se tienen con otras fuentes de información, tanto demográfica como no demográfica.
• Repetir el proceso de recolección para analizar la consistencia de los datos.
• Empleo de técnicas de corrección que se han elaborado para corregir errores comunes en información demográfica

Características de los censos


• Información secreta: La información desagregada debe ser de manejo confidencial, no es permitido por medio de la información censal identificar personas o viviendas específicas.
• Patrocinio oficial: Todo el trabajo que conlleve la ejecución del censo debe ser auspiciado por el Estado, aunque la empresa ejecutora no sea gubernamental.
• Territorio bien definido: El área o región comprendida por el censo debe estar claramente definida. Puede excluir algunas zonas por razones de accesibilidad o seguridad, pero debe señalarse explícitamente sus límites.
• Universalidad: Debe incluir a todos los miembros de la población del territorio censal sin omisiones ni repeticiones.
• Unidad censal: En un censo de población, la unidad censal es el individuo, mientras que en un censo de vivienda la unidad censal es la vivienda. Sin embargo, la unidad de referencia en las boletas censales es el hogar.
• Simultaneidad la población total empadronada debe referirse a un momento preciso en el tiempo. Por esta razón, los datos recolectados deben referirse a una fecha específica o a un período bien definido.
• Periodicidad Los censos deben ser realizados periódicamente. La recomendación hecha por la División de Población de las Naciones Unidas, señala que el período entre un censo y otro sea de 10 años y que los años censales sean los terminados en 0. Esto permitiría efectuar comparaciones internacionales.
Fases del censo:

• Preempadronamiento: Incluye todas las actividades necesarias para preparar el proceso de recolección de información. Esta etapa comienza con la sanción legal del censo por medio de un decreto de ley. Posteriormente se estructuran las actividades de organización y administración, y se define el cronograma de actividades. Seguidamente se inicia el trabajo geográfico y cartográfico, que consiste en actualizar los mapas nacionales y determinar la nueva segmentación que va a ser implementada en el censo. Al mismo tiempo, se preparan los instrumentos o cuestionarios que van a ser empleados. Para ello debe realizarse una selección de los temas de interés sobre los que se preguntará. El cuestionario debe ser lo más reducido y precodificado posible. Esta etapa culmina con la prueba del cuestionario y con el censo piloto en una zona específica; este paso es fundamental pues permite evaluar la calidad de las preguntas y estimar el tiempo de respuesta del instrumento.

• Empadronamiento: Se refiere a la recolección de la información y se inicia con el proceso de capacitación de los enumeradores y supervisores. Existen dos formas básicas de empadronamiento, según sea enumerado el individuo en el lugar de residencia o en el de su presencia al momento censal. En el censo de jure o de derecho, se enumeran las personas según sea el lugar de residencia habitual, independientemente de su presencia o ausencia, el día del censo. Mientras que en el censo de facto o de hecho, se empadronan las personas en el lugar donde se encuentran en el momento del censo, independientemente de su residencia o no en esta vivienda. La recolección de la información es hecha por un único enumerador bajo la inspección de un supervisor.

• Postempadronamiento: Esta es la última etapa del censo; en ella se realizan las labores tendientes a la recepción de los cuestionarios, y los procesos de revisión, codificación, digitación, procesamiento estadístico y publicación de los resultados. Las tabulaciones definitivas requieren de al menos un año para su publicación, aunque generalmente se generan cifras preliminares sobre ciertos tópicos de interés. En algunas ocasiones, después de terminar la recolección de la información, se aplica una encuesta para evaluar el censo. Con esta encuesta se pretende estimar los errores de cobertura y la calidad de la información.

¿Qué tipo de información se puede recolectar en un censo de población?


En la definición de la temática del censo se deben considerar una serie de aspectos:
• Necesidades de información del país o de la región.
• Comparabilidad con otros censos: a nivel internacional o a nivel nacional con censos anteriores.
• La disponibilidad a responder (no deben incluirse temas delicados que pudieran provocar el rechazo).
• Los costos que genera la inclusión de cada tema.
• El tiempo de respuesta del entrevistado.
Los temas que corrientemente incluye un censo de población son:
• Geográficos: Ubicación de la persona en el momento censal, residencia habitual, tipo de localidad (urbana o rural) en que fue empadronada.
• Demográficos: Información sobre el hogar y las relación de parentesco entre los miembros. Además sobre la edad, el género, el estado conyugal y lugar de nacimiento. Frecuentemente se agrega sobre migración y algunas preguntas tendientes a medir indirectamente la mortalidad y la fecundidad.
• Educación: En este ámbito interesa el alfabetismo y el nivel de instrucción de las personas. También se puede consultar sobre la asistencia actual a un centro educativo.
• Actividad económica: Se consulta si la persona es económicamente activa o inactiva. Ocupación específica, rama de actividad económica a la que se dedica y su categoría ocupacional (patrón, empleado asalariado, trabajador por cuenta propia, etc.)
• Otras: Se acostumbra consultar sobre otras características tales como: etnia, religión, idiomas, impedimentos físicos, etc.
Principales usos de los censos:
• Determinar los cambios en la magnitud y composición de la población.
• Proporciona las bases para las proyecciones de población.
• Fuente básica de los países en desarrollo para el estudio de la migración.
• Permite por medio de métodos indirectos estimar la fecundidad y la mortalidad.
• Permite analizar interrelaciones entre las características demográficas y socioeconómicas de individuos y hogares.

Los registros vitales
Ciertos sucesos o hechos que le ocurren a la población o a un segmento de ella, pueden ser registrados conforme ocurren, señalando el momento y lugar donde sucedieron. Los registros de esta información son una fuente valiosa para los estudios demográficos. El más importante sistema de registros para estos análisis es el registro civil, su misión consiste en anotar los eventos vitales de una localidad o país en forma continua y permanente. Sin embargo, además del registro civil existen otros tales como: registros educativos, registros de población, registros de seguridad social, etc. Los registros civiles constituyen la fuente de las estadísticas vitales. Su historia, al igual que la del censo, se remonta a épocas muy antiguas. En un principio estuvo a cargo de la Iglesia, pero en un período reciente (a partir del siglo XIX) el Estado comenzó a responsabilizarse por esta actividad. Actualmente la mayoría de países cuenta con una institución que realiza esta labor y normalmente se les denomina también Registro Civil.

Principales usos de las estadísticas vitales:

• Proporcionan información básica para el estudio de la mortalidad y la fecundidad, tanto a nivel nacional como a nivel más desagregado dentro de un país.
• Posibilita el análisis de factores asociados con la mortalidad y la fecundidad, tales como: nivel de educación, edad, zona de residencia, nivel socioeconómico, etc. Para esto la boleta de registro debe solicitar información que permita profundizar en estos temas.
• El empleo de los datos vitales junto con la información sobre migración, siempre que ésta se logre conocer, proporcionan una estrategia simple para evaluar la calidad de un censo.

Fuentes de datos demográficos


¿De dónde toman los demógrafos la información para realizar los estudios sobre el estado y la dinámica de una población?

La Demografía, para poder analizar el estado y la dinámica de una población, requiere de la observación, el registro y la recolección de los sucesos, que se llevan a cabo en ella de acuerdo con ciertas condiciones de tiempo y espacio. El registro de estos eventos puede realizarse una sola vez o en forma secuencial, a medida que los eventos se producen.

Diferentes tipos de información demográfica
La información demográfica puede clasificarse de acuerdo con el objetivo básico para la cual fue recolectada. A un dato demográfico se le llama primario, si su recolección se llevó a cabo para satisfacer las necesidades u objetivos de una investigación concreta. Mientras que a un dato demográfico se le denomina secundario si se utiliza sin haber sido recolectado en el contexto de la investigación. Esta distinción es relativa, pues un determinado dato puede ser primario para ciertos estudios y secundario para otros. La importancia de esta clasificación radica en la vinculación entre los datos y la investigación.

• Datos primarios: Tienen vínculo directo entre investigación y recolección.
• Datos secundarios: No existe vínculo entre su uso y el proceso de recolección.
Una segunda clasificación de la información, discrimina entre los datos directos y los datos indirectos.
• Datos directos: Se recolectan de una manera simple, no existen mayores supuestos en el proceso de recolección.
• Datos indirectos: Son obtenidos por medio de operaciones matemáticas y su aplicación requiere de fuertes supuestos.
Finalmente, los datos demográficos se pueden clasificar como brutos, corregidos o refinados.
• Datos brutos: Son aquellos que se representan sin desagregaciones, ajustes o correcciones
• Datos corregidos: Son los que se han sometido a técnicas matemáticas que permiten suavizar su comportamiento y ajustarlos a patrones lógicos.
• Datos refinados: Son aquellos datos que han sido previamente tratados con la intención de mostrar una idea precisa de lo que se pretende analizar.

¿Cuáles son las principales fuentes de información demográfica?


La mayoría de la información que se utiliza para los análisis demográficos proviene de tres fuentes básicas: los censos, las estadísticas vitales y las encuestas demográficas.

Los censos de población:

Esta es una de las estrategias de recolección de información más antiguas. Según se ha investigado, existen registros de la realización de técnicas similares desde los 3000 años A.C. Los censos modernos emergen lentamente en Europa alrededor del siglo XVII. Según las Naciones Unidas, un censo se define como "Un conjunto de operaciones que consiste en reunir, elaborar y publicar datos demográficos, económicos y sociales, correspondientes a todos los habitantes de un país o territorio definido y referido a un momento determinado o a ciertos períodos de tiempo dados". El censo de población constituye una actividad estadística de gran utilidad para el país o territorio. Es la principal fuente de datos básicos sobre población, necesarios para el adecuado funcionamiento de la gestión socioeconómica y política de un pueblo.

Los movimientos naturales de la población


Los movimientos naturales de una población son aquellos que muestran el crecimiento o descenso del número de habitantes atendiendo únicamente a los nacimientos y las defunciones. Para ello se debe calcular la tasa de natalidad la tasa de mortalidad y el crecimiento vegetativo.

La tasa de natalidad nos dice cuantos personas han nacido cada mil habitantes, en una población determinada.

Tasa bruta de natalidad = (Nacimientos/ Población) x 1000

Se considera alta si está por encima de 30 ‰, moderada entre 15 y 30 ‰ y baja por debajo del 15 ‰. En la actualidad la en España la tasa está por debajo del 15 ‰.
La tasa de mortalidad indica el número de defunciones de una población cada mil habitantes.

Tasa bruta de mortalidad = (Defunciones/ Población) x 1000

Se considera alta si está por encima de 30 ‰, moderada entre 15 y 30 ‰ y baja por debajo del 15 ‰.

De la misma manera que hay tasas brutas hay tasas específicas. Las tasas específicas para cada edad.

Más interesante que la tasa de natalidad en la tasa de fecundidad. La tasa de fecundidad sólo tiene en cuenta a las mujeres en edad de tener hijos.

Tasa de fecundidad = (Nacimientos/ Mujeres entre 15 y 49 años) x 1000

Como son las mujeres las que tienen los hijos de ellas depende la regeneración de la población. Si hay pocas mujeres la posibilidad de reemplazo es muy pequeña. Esto se calcula con la tasa de reproducción.

Tasa reproducción = (Niñas nacidas/ Mujeres entre 15 y 49 años) x 1000

Para conocer si en una determinada población habrá reemplazo generacional usaremos las tasas netas. Para obtener la tasa neta de fecundidad es necesario hacer una tabla, semejante a la tabla de mortalidad, en la que para cada edad de la madre en una columna se pone los nacimientos, en otra la probabilidad de defunción de cada nacido y en otra los supervivientes. De esta manera se calcula cuántos hijos tendría una mujer a lo largo de su vida suponiendo que las tasas de natalidad y mortalidad se mantuviesen como en el año del estudio durante toda su vida. El resultado se da en hijos por mujer. Normalmente cuando se habla de tasa de fecundidad (a secas) se habla de esta tasa (también llamada tasa total de fecundidad). El valor mínimo de la tasa de fecundidad que asegura el reemplazo generacional es de 2,1 hijos por mujer. Es 2,1 (y no 2 exactamente; hombre y mujer) porque se considera que si cada mujer tiene dos hijos una pequeña sobremortalidad hace que no todos ellos lleguen a la edad de reproducción. La tasa neta de reproducción se calcula igual pero atendiendo sólo a las hijas nacidas, y el valor mínimo que asegura el reemplazo es 1.

Existe otra forma mucho más fácil de calcular este índice: la descendencia final. La descendencia final es el número total de hijos de las mujeres en edad fértil. Descendencia final = Número de hijos que tienen las mujeres entre los 15 y los 49 años. Si dividimos hijos entre mujeres también tenemos cuántos hijos por mujer hay en una determinada población. Al calcular el número de hijos que tiene una mujer se supone que no cuentan los hijos fallecidos, por lo tanto la tasa de mortalidad específica está dada. En todo caso debemos saber que ambas tasas son equivalentes.
También nos interesan las tasas de mortalidad específica, es decir cuanta gente muere de cada edad.

Tasa de mortalidad específica = (Defunciones de una edad/ Población de esa edad) x 1000
Un caso muy concreto de tasa de mortalidad específica es la tasa de mortalidad infantil.
Tasa de mortalidad infantil = (Defunciones de niños menores de un año/ Nacidos vivos) x 1000
La tasa de mortalidad infantil indica el grado de desarrollo de un país. Cuanto menor sea esa tasa mejores niveles de desarrollo, o al menos mejores prestaciones sanitarias para la población en general.

Con las tasas de mortalidad específicas de todas las edades se elabora la esperanza de vida. La esperanza de vida es la media matemática que se obtiene dividiendo todos los años vividos por toda la población por los niños nacidos en un año.
Esperanza de vida = Todos los años vividos/ Nacimientos

La esperanza de vida indica el grado de desarrollo de un país. Los países desarrollados tienen una esperanza de vida por encima de 73 años. No obstante, la diferencia entre países desarrollados, que pueden llegar hasta siete años más, no necesariamente se debe a un mayor desarrollo sino al hecho de tener mucha población en las generaciones jóvenes.

El crecimiento natural, o vegetativo es simplemente los nacimientos menos las defunciones. Si hay más defunciones que nacimientos obtendremos un número negativo, o dicho de otro modo, en lugar de ganar población se pierde.
Crecimiento natural = Nacimientos – Defunciones

Técnicas demográficas para el estudio de la población


La demografía es una ciencia muy reciente. No hay que olvidar que la posibilidad de estudiar la población nace con la estadística y la creación de censos regulares y universales. El estudio de la población es diacrónico, lo que quiere decir que tiene un fuerte componente histórico.

El intento de censar a la población para conocer su número, y recaudar impuestos, es muy antiguo; desde los romanos a la Edad Moderna hay noticias de esta pretensión. Pero las dificultades técnicas para un recuento rápido no permitían tales estudios. A pesar de los avances del siglo XX, la misma situación se presenta en muchos países subdesarrollados o con conflictos políticos y militares.
Las fuentes para el estudio de la población

Para poder estudiar la población es necesario que alguien recoja los datos. Pero esa necesidad es relativamente moderna. Sólo en el siglo XX se han podido realizar censos fiables, y además con los datos que nos interesa estudiar.

El estudio de la población antigua se hace por medio de fuentes indirectas. Cuando las poblaciones estudiadas son muy antiguas se hace una suposición: la densidad demográfica óptima, para poder vivir en un territorio. Si se encuentra un poblado se cuentan los «fuegos» o casas y se calcula que cada familia tendría cuatro, cinco y hasta siete miembros. Pero no es hasta el Concilio de Trento (1545-1563) cuando alguien, la Iglesia, se dedica a anotar sistemáticamente los acontecimientos relativos a la gente: nacimientos, bautizos, matrimonios, defunciones, etc. Son datos muy válidos para estudiar la población pero no siempre son los datos que nos interesan.

Existe un registro civil, donde se deben anotar los nacimientos, defunciones, matrimonios... y cualquier otro acontecimiento que afecte a la vida de las personas. Finalmente cada cierto tiempo se hacen encuestas que nos dan una visión aproximada de la población.

A la hora de contar a la población debemos decidir qué vamos a contar, ya que dependiendo de las características de la población que contemos tendremos resultados diferentes, y por lo tanto deberemos atender a necesidades distintas a la hora de organizar el territorio. Distinguimos varios tipos de población. La población de derecho es aquella que está empadronada en un determinado lugar y es en él en donde ejerce sus derechos civiles. La población de hecho es la que vive en un determinado lugar sin estar empadronada en él. Son personas que se radican durante un tiempo en un lugar sin intención de permanecer en él. Siempre hay una diferencia entre población de hecho y la de derecho. En los lugares de inmigración la población de hecho es mayor que la de derecho, mientras que en los de emigración la población de derecho es mayor que la de hecho. La población flotante es la que se desplaza a vivir en un determinado lugar durante una determinada época del año. Son los turistas en los destinos vacacionales, jubilados que una parte del año las pasa en la ciudad y otra en el pueblo, etc. Por último tenemos a los transeúntes, que son personas que se desplazan durante unas horas a un determinado lugar pero que tienen su lugar de habitación permanente en otro. Es el caso de trabajadores que viven en un pueblo y se van a trabajar a la ciudad, o de determinados lugares de ocio. Una vez recogidos los datos podemos empezar a elaborarlos y a calcular diferentes tasas.

La estructura de la población


La estructura de la población es la cantidad de personas que hay en cada edad. Llamamos cohorte al conjunto de personas que han vivido un mismo acontecimiento demográfico. Una generación es una cohorte cuyo acontecimiento demográfico ha sido el nacimiento.

La estructura de la población es la cantidad de personas que hay en cada edad. Llamamos cohorte al conjunto de personas que han vivido un mismo acontecimiento demográfico. Una generación es una cohorte cuyo acontecimiento demográfico ha sido el nacimiento

Las tasas más importantes que nos indican cual es a estructura de la población son:
El índice de juventud y vejez nos indica cuántos jóvenes o ancianos hay con respecto a la población total. En una población bien estructurada en índice de juventud debe estar algo por encima del 33% y el índice de vejez algo por debajo de 33%.

Índice de juventud = (Población joven/ Población total) x 100
Índice de vejez = (Población vieja/ Población total) x 100

La sex ratio indica la relación entre el número de hombres y el número de mujeres. Normalmente las mujeres son poco más del 50% de la población. Una población con más del 50% de hombres se dice que tiene un alto índice de masculinidad. Una población con más del 55% de mujeres tiene un alto índice de feminidad.

Sex ratio = (Hombres/ Mujeres) x 100

Se puede calcular cualquier otro índice en el que intervenga un cierto número de personas. Los más importantes son:

Tasa de actividad = (Trabajadores/ Población activa) x 100
Tasa de paro = (Parados/ Población activa) x 100
Índice de dependencia = (Población joven + Población vieja/ Población adulta) x 100
El problema de estas tasas es definir qué edades son las jóvenes, las viejas, qué es un trabajador y qué un parado. La población activa son todas las personas en edad legal de trabajar.

Los movimientos naturales de la población


Los movimientos naturales de una población son aquellos que muestran el crecimiento o descenso del número de habitantes atendiendo únicamente a los nacimientos y las defunciones. Para ello se debe calcular la tasa de natalidad la tasa de mortalidad y el crecimiento vegetativo.

La tasa de natalidad nos dice cuantos personas han nacido cada mil habitantes, en una población determinada.

Tasa bruta de natalidad = (Nacimientos/ Población) x 1000
Se considera alta si está por encima de 30 ‰, moderada entre 15 y 30 ‰ y baja por debajo del 15 ‰. La tasa de mortalidad indica el número de defunciones de una población cada mil habitantes.

Tasa bruta de mortalidad = (Defunciones/ Población) x 1000
Se considera alta si está por encima de 30 ‰, moderada entre 15 y 30 ‰ y baja por debajo del 15 ‰.

De la misma manera que hay tasas brutas hay tasas específicas. Las tasas específicas para cada edad.

Más interesante que la tasa de natalidad en la tasa de fecundidad. La tasa de fecundidad sólo tiene en cuenta a las mujeres en edad de tener hijos.
Tasa de fecundidad = (Nacimientos/ Mujeres entre 15 y 49 años) x 1000
Como son las mujeres las que tienen los hijos de ellas depende la regeneración de la población. Si hay pocas mujeres la posibilidad de reemplazo es muy pequeña. Esto se calcula con la tasa de reproducción.

Tasa reproducción = (Niñas nacidas/ Mujeres entre 15 y 49 años) x 1000
Para conocer si en una determinada población habrá reemplazo generacional usaremos las tasas netas. Para obtener la tasa neta de fecundidad es necesario hacer una tabla, semejante a la tabla de mortalidad, en la que para cada edad de la madre en una columna se pone los nacimientos, en otra la probabilidad de defunción de cada nacido y en otra los supervivientes. De esta manera se calcula cuántos hijos tendría una mujer a lo largo de su vida suponiendo que las tasas de natalidad y mortalidad se mantuviesen como en el año del estudio durante toda su vida. El resultado se da en hijos por mujer. Normalmente cuando se habla de tasa de fecundidad (a secas) se habla de esta tasa (también llamada tasa total de fecundidad). El valor mínimo de la tasa de fecundidad que asegura el reemplazo generacional es de 2,1 hijos por mujer. Es 2,1 (y no 2 exactamente; hombre y mujer) porque se considera que si cada mujer tiene dos hijos una pequeña sobremortalidad hace que no todos ellos lleguen a la edad de reproducción. La tasa neta de reproducción se calcula igual pero atendiendo sólo a las hijas nacidas, y el valor mínimo que asegura el reemplazo es 1.

Existe otra forma mucho más fácil de calcular este índice: la descendencia final. La descendencia final es el número total de hijos de las mujeres en edad fértil. Descendencia final = Número de hijos que tienen las mujeres entre los 15 y los 49 años. Si dividimos hijos entre mujeres también tenemos cuántos hijos por mujer hay en una determinada población. Al calcular el número de hijos que tiene una mujer se supone que no cuentan los hijos fallecidos, por lo tanto la tasa de mortalidad específica está dada. En todo caso debemos saber que ambas tasas son equivalentes.
También nos interesan las tasas de mortalidad específica, es decir cuanta gente muere de cada edad.

Tasa de mortalidad específica = (Defunciones de una edad/ Población de esa edad) x 1000
Un caso muy concreto de tasa de mortalidad específica es la tasa de mortalidad infantil.
Tasa de mortalidad infantil = (Defunciones de niños menores de un año/ Nacidos vivos) x 1000

La tasa de mortalidad infantil indica el grado de desarrollo de un país. Cuanto menor sea esa tasa mejores niveles de desarrollo, o al menos mejores prestaciones sanitarias para la población en general.

Con las tasas de mortalidad específicas de todas las edades se elabora la esperanza de vida. La esperanza de vida es la media matemática que se obtiene dividiendo todos los años vividos por toda la población por los niños nacidos en un año.
Esperanza de vida = Todos los años vividos/ Nacimientos

La esperanza de vida indica el grado de desarrollo de un país. Los países desarrollados tienen una esperanza de vida por encima de 73 años. No obstante, la diferencia entre países desarrollados, que pueden llegar hasta siete años más, no necesariamente se debe a un mayor desarrollo sino al hecho de tener mucha población en las generaciones jóvenes.

El crecimiento natural, o vegetativo es simplemente los nacimientos menos las defunciones. Si hay más defunciones que nacimientos obtendremos un número negativo, o dicho de otro modo, en lugar de ganar población se pierde.
Crecimiento natural = Nacimientos – Defunciones

Estructura demográfica


El concepto de estructura, en demografía, es muy sencillo: estructura de una población es el modo en que está repartida dicha población según cualquier clasificación de las personas que la componen (su estado civil, su nivel de estudios, la región de residencia, la edad o cualquier otro).
Por ejemplo, una estructura muy básica es la que clasifica la población según el sexo: los menores de 1 año en la UE son de sexo femenino en aproximadamente un 48% y masculinos en un 52%.

Por tanto hay que olvidar aquí el significado en otras áreas de conocimiento, como la arquitectura, la lingüística o la antropología. Nuestro concepto de estructura es mucho más elemental, y coincide con el utilizado en sociología al estudiar la “estructura social” (el peso relativo que tienen las distintas clases sociales en relación al conjunto de la población ).

Otras características reseñables:
Las estructuras demográficas deben ser exhaustivas, es decir, incluir en alguna de sus categorías a todos los componentes de la población analizada. Nadie debe quedar fuera de la clasificación.

La estructura nos dice el peso relativo de cada una de sus categorías o subconjuntos, no su número absoluto. La conversión a porcentajes es la que permite comparar las estructuras de dos poblaciones aunque tengan un volumen diferente. Si dibujásemos las pirámides de población de China y de Andorra con los números absolutos en vez de los porcentajes, sólo veríamos a China como algo muy grueso y a Andorra como apenas un hilito, y no podríamos comparar sus estructuras. Por el mismo motivo, se haría difícil apreciar cómo ha cambiado la pirámide de una población a lo largo del tiempo, si su volumen ha cambiado mucho también.

Una estructura poblacional siempre corresponde a un momento concreto en el tiempo. Las estructuras se refieren a las poblaciones “congeladas” en un instante particular de su flujo histórico constante, de manera que cualquier tabla clasificatoria de la población en porcentajes del total debe poder ir acompañada de la fecha de referencia. Se habla entonces de “stocks” de población, y las fuentes que los miden se conocen igualmente como fuentes de “stock” (como los Censos de población). Las poblaciones demográficas, en realidad, son entes contínuos que fluyen en el tiempo, sistemas reproductivos que se perpetúan a medida que fallecen sus componentes y son reemplazados por otros. Desde ese punto de vista el stock poblacional corresponde a un corte transversal en el tiempo (muy diferentes son los datos de registro contínuo, como los nacimientos o los divorcios, para los que no tiene sentido hablar de características en un instante y deben ser siempre analizados en relación a un intervalo de tiempo).

Teoría de la Transición Demográfica/2


Contexto histórico del que surge y problemas a los que responde

Según Malthus y su particular concepción de la “naturaleza humana”, las personas se reproducen descontroladamente mientras los recursos lo permitan, hasta alcanzarse un estadio insostenible. Estamos abocados a la catástrofe si no ponemos un freno moral a la procreación (véase la página dedicada a Malthus).

Se equivocaba en todo. Precisamente en su época la industrialización empezaba a elevar los recursos de forma jamás sospechada y, simultáneamente, la moralidad a la que apelaba entraba en un profundo declive. Sin embargo entre las personas de los países más avanzados en ese proceso lo que empezó a extenderse no fue el crecimiento descontrolado, sino una fecundidad cada vez menor. Aún más, los métodos con los que se conseguía esa reducción cada vez tenían menos que ver con los “frenos morales” predicados por Malthus, y más con la extensión de métodos anticonceptivos artificiales muy alejados del moralismo que él predicaba (véase “malthusianismo). Se iniciaba un descenso nunca visto de la fecundidad, que iba a provocar un nuevo miedo demográfico, muy distinto al de Malthus.

A finales del siglo XIX el modelo de “Estado nacional” se había extendido, y el volumen de la población empezaba a ser visto como un arma estatal esencial en los conflictos internacionales y en la “salud” interior. Este nuevo tipo de Estados había mejorado notablemente las herramientas de medición poblacional (censos modernos, registro civil de acontecimientos vitales, institutos de estadística). Fue entonces cuando las élites gobernantes empezaron a recibir noticias del cambio que se estába produciendo: la fecundidad venía disminuyendo sostenidamente, al menos durante buena parte del siglo XIX, y ya a principios del siglo XX se situaba por debajo de los 2 hijos por mujer en muchos países europeos.

El miedo al declive demográfico por parte de las élites gobernantes proporcionó entonces a la demografía su impulso definitivo. Los Estados más poderosos se volcaron en su financiación y desarrollo, a cambio de encontrar remedios, políticas de población que desviasen la dinámica poblacional en una dirección diferente. Las clases dominantes, que se veían en peligro, usaron sus propias claves ideológicas para interpretar estos cambios, y los primeros diagnósticos fueron morales, como lo habían sido para Malthus, por mucho que en un sentido opuesto. La principal explicación del descenso de la fecundidad se busca en la pérdida de valores. El evolucionismo, la reciente “revolución científica” iniciada por Darwin, es aplicado al análisis de las poblaciones humanas, y se habla de “degeneración” y “decadencia” social (ver el post sobre La Decadencia de Occidente). Y las principales culpables son fáciles de encontrar, porque son las personas que paren a los niños: las culpables son las mujeres.

En efecto, si las mujeres tienen menos hijos debe ser porque ya no mantienen los principios tradicionales. Han perdido el respeto a la familia, al padre, al esposo, a las costumbres… incluso traicionan a su patria (es una época de exaltación nacional, que alcanzará el paroxismo con la primera guerra mundial; los hombres luchan, y las mujeres deberían parir muchos hijos para reponer las bajas, y no lo hacen; puedes ver aquí un post sobre el natalismo militarista francés). Por otra parte, a finales del siglo XIX algunas empieza a querer estudiar en las universidades, aparecen las sufragistas reclamando el voto femenino, surge el neomalthusianismo predicando el goce libre del cuerpo y promocionando anticonceptivos artificiales (que hasta entonces sólo usaban las prostitutas), un cúmulo de coincidencias, en fin, que señalan unánimemente su culpabilidad. De hecho la “educación” y adoctrinamiento de las mujeres para que cumplan sus funciones “naturales” de forma eficiente se convierten en objetivos prioritarios de las políticas sociales de la época.

Pero el trabajo estadístico seguía acumulando datos, y en distintos países empezaba a dibujar una explicación muy distinta. Lo observado de forma reiterada y coincidente es que los países que veían descender intensamente la fecundidad habían experimentado con antelación un progreso económico y social revolucionario, que se traducía en un descenso tanto o más acusado de la mortalidad. No había degeneración moral, ni decadencia, ni era el final de Occidente ante los bárbaros de otros contienentes, más prolíficos. Por el contrario, el triunfo de Occidente (económico, político, militar, cultural) se traducía en un nuevo régimen demográfico.

•Arango, J. (1980), “La teoría de la transición demográfica y la experiencia histórica“, publicado en Revista Española de Investigaciones Sociológicas, (10): 169-198.



--------------------------------------------------------------------------------

Teoría de la Transición Demográfica/1


Ésta es conocida como la teoría principal, la de rango más amplio y general, en el campo de la demografía. Postula que existe una ruptura histórica en las dinámicas demográficas tradicionales, ruptura que todas las poblaciones experimentan de la misma manera si se dan las condiciones adecuadas. En realidad, como muchos de sus críticos han hecho notar, más que una teoría es una generalización empírica, hecha a partir de unos cuantos casos observados. Esos casos son los de los países más desarrollados, observados en las primeras décadas del siglo XX.

El condicionante principal de las dinámicas demográficas tradicionales, desde tiempo inmemorial, había sido la escasa supervivencia del ser humano (1/5 de los nacidos moría antes de cumplir el primer año de vida, y prácticamente 1/2 no conseguía llegar con vida a la adolescencia). Repentinamente, el progreso económico habría alcanzado un umbral que desencadenó la ruptura de esta dinámica demográfica, el “antiguo régimen demográfico”, atravesando distintas fases, siempre en el mismo orden, y terminando en un régimen demográfico estable con características muy diferentes (elevada supervivencia y la escasa natalidad). La secuencia de cambios que describe, pero también predice, es históricamente muy reciente. Los países europeos habrían sido los más adelantados en iniciarla (los pioneros allá por el siglo XVIII), pero progresivamente se ha ido reproduciendo en todos los países del mundo. Los más retrasados habrían iniciado la transición apenas en la segunda mitad del siglo XX, y la TTD debería servir para predecir las futuras fases de su evolución.

1- El antiguo régimen demográfico (el pretransicional), caracterizado por tasas de mortalidad y de natalidad muy elevadas, sin apenas crecimiento, y salpicado por “crisis” extraordinarias de mortalidad, por hambres, guerras y epidemias. Es prácticamente toda la historia de la humanidad hasta muy recientemente. Generalmente se la identifica con la economía agraria preindustrial.


2- Transición, con la que inicialmente disminuye la mortalidad (especialmente la infantil y la ocasionada por epidemias y hambrunas), se acelera el crecimiento demográfico y finalmente también la natalidad empieza a disminuir. Por ello suele separarse en dos fases:


- la fase inicial, con la cual la mortalidad disminuye mucho y sin retrocesos, hasta niveles sin precedentes, pero la natalidad todavía se mantiene en los niveles tradicionales, produciéndose un crecimiento demográfico muy acelerado

- la fase final o de culminación, en la que la natalidad responde adaptativamente, bajando también hasta niveles sin precedentes, lo que reduce progresivamente el ritmo de crecimiento poblacional.

3- El nuevo régimen demográfico, o post-transicional, en el que vuelve a recuperarse el equilibrio, esta vez en torno a tasas reducidas de mortalidad y de natalidad, y nuevamente con un escaso crecimiento.

El régimen demográfico moderno parece definirse por: su baja natalidad, su baja mortalidad (sobre todo su baja mortalidad infantil), y la escasa incidencia de la mortalidad catastrófica. Aunque el crecimiento reducido que implican las tasas bajas puede devolver su protagonismo a la mortalidad catastrófica.

Con la revolución industrial la sociedad, la economía y el Estado cambian radicalmente; y también el modelo de familia, y como consecuencia la población. Comienza otro ciclo expansivo de la población conocido como transición demográfica. La transición demográfica es un período extraordinario de crecimiento de la población. Consiste, básicamente, en el descenso de las tasas de natalidad y mortalidad. La forma cómo se hace este descenso provoca el aumento de la población.

La transición demográfica es el paso del régimen antiguo al régimen moderno de población. Este proceso comienza a finales del siglo XVIII o mediados del siglo XIX en los países que se están industrializando, y termina, en ellos, en los años 60 o 70 del siglo XX. Durante este período la población se ha multiplicado entre 2 y 7 veces.

Causas de la situación demográfica


La explicación de los grandes cambios poblacionales en estos últimos decenios es compleja. Algunos de los fenómenos que los explican son:

Disminución de la mortalidad.- El aumento "explosivo" de la población en el último siglo no ha sido debido a que haya aumentado la tasa de natalidad sino a que ha disminuido mucho la mortalidad, especialmente la infantil. Lógicamente, si los nacidos llegan a adultos en mayor número, la población crece, pero además, cuando pasan unos años, aumenta el número de mujeres en edad de procrear y, por tanto el número de hijos que en conjunto tienen aunque el número de hijos por mujer permanezca igual. Así se entiende que el aumento de la población haya sido exponencial.

Disminución de la natalidad.- En todos los países se ha comprobado que años después de que la población haya empezado a aumentar por el motivo anterior, comienza la natalidad a disminuir y se reduce el número de hijos por mujer. Con el tiempo esta disminución contrarresta el aumento de la esperanza de vida. A este proceso se le conoce como "teoría de la transición demográfica".
La teoría de la transición demográfica suponía que la población volvería de nuevo a estabilizarse, pero se ha comprobado que muchos de los países que han disminuido su natalidad han pasado por debajo del índice de reemplazo, con lo que pueden entrar en lo que algunos llaman una "implosión demográfica".

Desarrollo y pobreza.- Que las familias tengan menos hijos está muy relacionado con el nivel económico. Los pobres, especialmente en una economía agraria, tienen más hijos porque son para ellos fuente de riqueza -mano de obra para el trabajo agrícola- y de seguridad para el futuro. Con el desarrollo económico, la educación y la incorporación de la mujer al trabajo, el número de hijos disminuye.
El paso de una economía rural a otra urbana también hace que el número de hijos por familia disminuya. Por una parte porque ya no son tan necesarios para el trabajo del campo y por otra porque la vivienda y las condiciones de vida en la ciudad dificultan la familia numerosa.

Costumbres sociales y políticas demográficas.- La facilidad de las comunicaciones y la influencia de la televisión hacen que los modelos de comportamiento se imiten y contagien a todo el mundo con una facilidad inimaginable hace unos años. De esta manera actitudes divorcistas, abortistas, , permisivismo sexual y programas de control de la natalidad que favorecen modelos de familia con muy pocos hijos se han extendido por todo el mundo con gran rapidez.

Las políticas demográficas antinatalistas también han sido muy activas en los últimos decenios. Las ayudas económicas a los países en vías de desarrollo han estado condicionadas en muchas ocasiones a que pusieran en marcha programas de control de la natalidad. Grandes organismos internacionales han tenido como objetivo principal lograr que los países no desarrollados frenaran su crecimiento poblacional.

El crecimiento de la población mundial se ha producido a un ritmo desordenado, acelerando quizás excesivamente como consecuencia del desarrollo de la medicina, la higiene, etc. Este crecimiento incontrolado, y los peligros que según algunos implica, ha conducido a pensar en un óptimo de población compatible con el aumento del nivel de vida. Así, en España, por ejemplo, ese óptimo sería de 40 millones, teniendo en cuenta el incremento industrial que se espera. De todos modos, la noción de superpoblación exige cierto rigor interpretativo. En época de crisis, por ejemplo, el desempleo se debe, a menudo, más que a una saturación humana a la infraestructura económica. En esos casos suele suceder lo que definiera el economista francés Sauvy como un exceso de hombres en relación con los medios de producción existentes.

Componentes de la Población


Las fuentes para el estudio de la población Para poder estudiar la población es necesario que alguien recoja los datos. Pero esa necesidad es relativamente moderna. Sólo en el siglo XX se han podido realizar censos fiables, y además con los datos que nos interesa estudiar.

El estudio de la población antigua se hace por medio de fuentes indirectas. Cuando las poblaciones estudiadas son muy antiguas se hace una suposición: la densidad demográfica óptima, para poder vivir en un territorio. Si se encuentra un poblado se cuentan los «fuegos» o casas y se calcula que cada familia tendría cuatro, cinco y hasta siete miembros. Pero no es hasta el Concilio de Trento (1545-1563) cuando alguien, la Iglesia, se dedica a anotar sistemáticamente los acontecimientos relativos a la gente: nacimientos, bautizos, matrimonios, defunciones, etc. Son datos muy válidos para estudiar la población pero no siempre son los datos que nos interesan.

Existe un registro civil, donde se deben anotar los nacimientos, defunciones, matrimonios... y cualquier otro acontecimiento que afecte a la vida de las personas. Finalmente cada cierto tiempo se hacen encuestas que nos dan una visión aproximada de la población.

A la hora de contar a la población debemos decidir qué vamos a contar, ya que dependiendo de las características de la población que contemos tendremos resultados diferentes, y por lo tanto deberemos atender a necesidades distintas a la hora de organizar el territorio. Distinguimos varios tipos de población. La población de derecho es aquella que está empadronada en un determinado lugar y es en él en donde ejerce sus derechos civiles. La población de hecho es la que vive en un determinado lugar sin estar empadronada en él. Son personas que se radican durante un tiempo en un lugar sin intención de permanecer en él. Siempre hay una diferencia entre población de hecho y la de derecho. En los lugares de inmigración la población de hecho es mayor que la de derecho, mientras que en los de emigración la población de derecho es mayor que la de hecho. La población flotante es la que se desplaza a vivir en un determinado lugar durante una determinada época del año. Son los turistas en los destinos vacacionales, jubilados que una parte del año las pasa en la ciudad y otra en el pueblo, etc. Por último tenemos a los transeúntes, que son personas que se desplazan durante unas horas a un determinado lugar pero que tienen su lugar de habitación permanente en otro. Es el caso de trabajadores que viven en un pueblo y se van a trabajar a la ciudad, o de determinados lugares de ocio. Una vez recogidos los datos podemos empezar a elaborarlos y a calcular diferentes tasas.

En el estudio de una población interesan tres componentes: nacimientos, fallecimientos y migraciones (emigraciones e inmigraciones). Los parámetros más útiles para el estudio de la población son:

Tasa de natalidad.- Es el número de nacimientos que se producen en un año por cada mil habitantes de ese país. Así, por ejemplo, en España, en 1995 la tasa de natalidad fue de 8,7, lo que quiere decir que por cada mil habitantes nacieron 8,7 niños.

Indice de fecundidad.- Es el número medio de hijos por mujer. Para que se asegure el reemplazo generacional y la población de un país se mantenga, debe ser del orden de 2,1, lo que quiere decir que cada matrimonio (dos personas) debe tener 2,1 hijos. Se añade el 0,1 para contrarrestar la mortalidad infantil.

El índice de fecundidad de un país indica cual es el comportamiento que están teniendo sus habitantes con respecto al número de hijos por mujer (por matrimonio, por tanto). Así, el índice de fecundidad en España en 1995 que fue 1,2, indica que los españoles tuvieron un número tal de hijos ese año que supone que cada mujer tendría en su vida 1,2 niños/as si este comportamiento se prolongara. Si el índice se estabilizara en este valor la media de hijos de la familia española llegaría a ser de 1,2.

Se llega a este índice calculando primero el número de hijos por mujer que han tenido las mujeres de 15 años, las de 15, las de 17,…… hasta las de 45 años (se asume que la edad reproductora es de 15 a 45 años). Se suman todos esos valores y resulta el número de hijos que tendría la mujer teórica que se comportara a lo largo de toda su vida reproductora como lo han hecho las españolas ese año. Ese número es el índice de fertilidad.

Tasa de mortalidad.- Mide los fallecimientos por cada mil habitantes en el año de que se trate. No es una buena medida del nivel de salud de una población porque depende mucho del grado de envejecimiento. Una población envejecida tendrá tasa de mortalidad alta aunque sus condiciones sanitarias sean buenas

Pirámides de edades.- Son representaciones gráficas en las que se representa la población repartida por edades. Reflejan muy bien la historia de esa población: epidemias, guerras, etc. y es útil para predecir el futuro.

Migraciones:
La emigración huyendo de la pobreza ha sido normal en toda la historia de la humanidad. Los habitantes de los países desarrollados no debemos olvidar que durante el siglo XIX más de sesenta millones de europeos, sobre todo campesinos, se desplazaron a Norteamérica y otros lugares en busca de mejores condiciones de vida. Desde España la emigración fue principalmente hacia Sudamérica. En el siglo XX , entre los años cincuenta y los setenta, un gran número de trabajadores de España, Portugal. Grecia, Turquía, etc tuvieron que emigrar hacia los países del centro y el norte de Europa. La crisis económica de los años setenta redujo la entrada de inmigrantes aunque ahora se ha reanudado desde los países del este europeo y los del norte de Africa, principalmente.

Los países con pirámides jóvenes, con mucha población menor de 15 años, y que han fracasado en sus políticas de industrialización y desarrollo, tienen muchas personas obligadas a una emigración forzada. Es la situación del norte de Africa que Europa contempla con preocupación y la de la emigración procedente de Iberoamérica hacia Estados Unidos. Los países desarrollados están reaccionando ante esta presión emigradora con medidas restrictivas y reducciones de los cupos de entrada.

ANÁLISIS DE COHORTE


Hemos visto que una cohorte de nacimiento, entendiendo como tal un conjunto de personas nacidas en un período determinado, puede ser seguido a lo largo de su vida. Si seguimos a todas estas personas a lo largo de su vida hasta que todos han muerto puedo resumir cuál ha sido el comportamiento demográfico de la cohorte. A este tipo de análisis se le llama análisis longitudinal o de cohorte.

Para resumir como de intensa ha sido la mortalidad de la cohorte estudiamos lo longevos que han sido sus miembros. En particular, es posible calcular cuántos años han vivido de media. Para ello no tendré más que sumar las edades exactas al fallecimiento de todos ellos y dividir por el tamaño de la cohorte. A esta cantidad se le denomina esperanza de vida de la cohorte.

Para resumir como se ha reproducido la cohorte ponemos en relación el número de hijos que han tenido con el tamaño de la cohorte. Es práctica habitual centrarse únicamente en la población de mujeres. El número de hijas dividido entre el número de mujeres inicialmente en la cohorte es la razón de reproducción neta o tasa de reproducción neta (NRR, Net Reproduction Ratio en inglés). Un número mayor que uno indica que la generación ha contribuido al aumento de la población.

La razón de reproducción neta no es estrictamente una medida de la fecundidad. Para tener hijas es necesario que las mujeres hayan sobrevivido hasta el momento del nacimiento, y no todas las mujeres de la cohorte lo consiguen. La mortalidad, por lo tanto, también influye sobre la NRR. Es posible, sin embargo, eliminar el efecto de la mortalidad y estimar cuántos hijos de media habría terminado teniendo cada mujer de la cohorte en ausencia de mortalidad. Para ello calculamos las tasas de fecundidad de la cohorte a cada edad, poniendo en relación el número de hijos con las mujeres supervivientes. A la suma de estas tasas se le denomina descendencia final.

La utilidad del análisis longitudinal no se restringe al puro análisis demográfico. En particular el análisis longitudinal es muy aplicable a la economía: podemos observar a qué edad los distintos miembros de una cohorte dejan de estudiar, comienzan a trabajar, se compran un piso o cualquier otra dimensión que nos interese.

ESTRUCTURA POR EDADES



Hasta aquí hemos contemplado a la población en su conjunto. A menudo nos interesa clasificar la población en subgrupos más homogéneos: estudiamos la estructura de la población. La clasificación por edades y sexos es la más utilizada puesto que gran parte del comportamiento demográfico está condicionada por estas dos dimensiones. La representación gráfica en la que clasificamos la población de acuerdo a la edad y el sexo recibe el nombre de pirámide de población, pues para muchas poblaciones (aquellas que crecen o que tienen alta mortalidad) el aspecto del gráfico se asemeja al de una pirámide: hay menos personas según aumenta la edad.

La pirámide de población es un gráfico en el que el sexo masculino figura a la izquierda y las mujeres a la derecha. Para cada edad (o grupo de edad), hay rectángulos horizontales que son proporcionales a los montos reales de población.

La representación gráfica de una población normal toma la forma de pirámide por una simple razón: no todas las personas que integran un determinado grupo de edad pasarán a integrar el otro escalón siguiente, debido a la muerte de algunos de sus integrantes. Otros hechos modificadores de estos ordenamientos son las guerras, epidemias, inundaciones, migraciones, etc.

Las pirámides poblacionales pueden ser clasificadas en dos grandes grupos:

•Rítmicas: con equilibrio evidente entre los sexos y disminución normal de los números correspondientes a cada grupo de edades.

•Arrítmicas: con desequilibrios marcados entre los sexos o bien entre las edades.


La forma de la pirámide de la población es importante, pues nos indica lo joven o anciana que es esta población. Si la base es muy ancha, esto quiere decir que hay muchos jovenes. Esto tendrá implicaciones importantes para la educación o la estructura familiar, por ejemplo. Si la cúspide es muy ancha, tenemos una población madura o vieja. Esto tiene a su vez efectos sobre el gasto en salud o pensiones por ejemplo.

La pirámide de población también nos informa sobre el pasado. Las personas de una edad determinada son personas que nacieron en un mismo período, es decir: cada franja de la pirámide de población representa a una generación o cohorte. El número de nacidos inicialmente representaría el tamaño de la cohorte. Según pasan los años van falleciendo miembros de la cohorte de modo que si seguimos a una generación en una secuencia de pirámides de población, vamos viendo como su tamaño va disminuyendo. Esto ocurriría en ausencia de migraciones. Como las migraciones suelen afectar más a los jóvenes, la existencia de fuertes migraciones modifica la forma de la pirámide de población. Esto es particularmente evidente cuando la población que analizamos es relativamente reducida, por ejemplo, una ciudad o un pueblo

viernes, 25 de marzo de 2011

¿Qué es la Demografia?


Es el estudio interdisciplinario de las poblaciones humanas. La demografía trata de las características sociales de la población y de su desarrollo a través del tiempo. Los datos demográficos se refieren, entre otros, al análisis de la población por edades, situación familiar, grupos étnicos, actividades económicas y estado civil; las modificaciones de la población, nacimientos, matrimonios y fallecimientos; esperanza de vida, estadísticas sobre migraciones, sus efectos sociales y económicos; grado de delincuencia; niveles de educación y otras estadísticas económicas y sociales.

La demografía se encarga de tres partes fundamentales:

1. La medición: Cuantificación de eventos poblacionales.
2. La explicación: Análisis de causas de los efectos.
3. Fenomenología: Explicación de las variables.

El Estudio del tamaño de la población:
Un ejemplo de una de las técnicas de medición demográfico es el análisis de la población, la ecuación fundamental de la población es:

Ecuación Fundamental de la Población que podemos escribir de diversas maneras:

Población Final = Población Inicial + Nacimientos - Defunciones + Inmigración - Emigración

Población Final = Población Inicial + Crecimiento Natural ó Vegetativo + Migración Neta

Crecimiento de la Población = Nacimientos - Defunciones + Migración Neta

La ciencia de la demografía no se limita a la medición sino que incluye necesariamente la interpretación y análisis de los datos, las proyecciones y previsiones sobre la base de supuestos que incluyen variables no demográficas. Sin embargo la demografía estadística es el punto de partida del análisis de la población en el que se trata de medir con precisión las magnitudes demográficas.

El concepto de fecundidad se refiere al número medio de hijos que tienen las mujeres. Para medirlo con precisión es necesario delimitar con precisión la variable que queremos medir ya que la cifra que la exprese será muy distinta según consideremos a todas las mujeres que viven en un momento determinado en un país, o sólo a las mujeres fértiles, eliminando las que mueren antes de alcanzar la edad fértil. Podremos estimar también tasas de fecundidad por edades o tasa de fecundidad de cohortes.

Las tasas de natalidad y mortalidad son el resultado de dividir el número de nacimientos o defunciones por la población total. Normalmente se expresan en tantos por mil y por año. La diferencia entre las tasas de natalidad y de mortalidad indica el crecimiento natural o vegetativo.

El crecimiento demográfico mide el aumento, en un período específico, del número de personas que viven en un país o una región. La tasa de crecimiento demográfico depende, además de la tasa de natalidad y de la tasa de mortalidad, de los movimientos migratorios. La tasa de natalidad depende a su vez de la tasa de fecundidad. La tasa de fecundidad está influida por muchos factores pero el principal es el nivel cultural de la sociedad y especialmente de las mujeres: a mayor cultura, menor número de hijos se tiene. La tasa de mortalidad depende del grado de desarrollo económico y sanitario.

La longevidad es la duración de la vida de una persona. Se mide mediante el concepto de esperanza de vida. La esperanza de vida de un tipo de persona es la media de la duración de la vida de ese tipo de personas. Así, la esperanza de vida al nacer en España en 1900 es la media del número de años que vivieron los españoles nacidos ese año. También podemos calcular la esperanza de vida a los 75 años en 1963: cuánto tiempo sobrevivieron de media las personas que ese año tenían una edad de 75.

Los índices demográficos se suelen referir a las cohortes, el conjunto de personas nacidas en un período determinado. Una forma muy habitual de representar gráficamente el tamaño de diferentes cohortes en un momento determinado es la pirámide de población. El análisis longitudinal de las cohortes y las comparaciones entre cohortes son también muy ilustrativas de la dinámica de población.


www.eumed.net "Demografía", Enciclopedia Microsoft® Encarta.